Si buscas comer bien, a un precio razonable y dando mucha importancia al producto, te encantará el restaurante Zaga. Situado en la madrileña calle de Bretón de los Herreros, dentro de esa área gastronómica que se ha creado bajo el hashtag #ponzaning, este enclave gastro conquistará a los comensales tanto en barra (no dejéis de probar su tortilla de patata por nada del mundo), como en sala.
Tras una reforma integral, a cargo del estudio KUBO ENE, de la interiorista Natalia Casco, su cuidada y elegante estética te hace sentir cómodo al instante.
Su amplio espacio, con una -ahora más que nunca- reconfortante distancia entre las mesas (capacidad para 50 comensales), es luminoso y vanguardista, una cocina de esencia clásica y raíces tradicionales.
La estacionalidad marca la carta de una cocina de sabores, donde el respeto a la mejor materia prima es la base de una propuesta basada en la sencillez y en la honestidad. Además de comenzar con una cerveza y una deliciosa tapa de tortilla de patata, probamos su versión del tataki de atún rojo, con mayonesa chipotle, aguacate y lima. Un bocado delicioso, para repetir.
Los rejos de calamar al estilo Santander nos gustaron mucho, a los que siguieron unas deliciosas alcachofas confitadas a la brasa. ¡Qué no falte la verdura de temporada!

Uno de mis platos favoritos fue el bonito en escabeche. Muy suave y jugoso.

Pero si lo tuyo son los clásicos, apuesta por una tarta de queso, o un tiramisú. No te defraudarán.









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