Probamos el cocido tradicional en tres vuelcos de Descaro

Sin duda el cocido es una de las apuestas gastronómicas más castizas e infalible perfecta para disfrutar en cualquier momento del año, en casa o en los locales más in de la capital. Eso sí, formas de tomarlo hay tantas como casas en las que se prepara. Todo junto. Con (y sin) sopa. Con garbanzos incorporados a los fideos. Con la patata aplastada. O con las carnes y verduras como segundo plato. 



 

Si bien no exististe uniformidad a la hora de disfrutar de un cocido, en Madrid solo una forma tradicional de servirlo: en tres vuelcos. Primero, la sopa. Recién hecha, servida en una cazuelita individual donde podremos sumar los acompañantes que más nos gusten. En un segundo vuelco, no pueden faltar los garbanzos con su zanahoria y patata. Y, para finalizar, las carnes: con morcillo, chorizo, pollo y morcilla. Por supuesto, sin olvidar el repollo y su acompañamiento con tomate frito y piparras.  “Lo hacemos a fuego lento y lo finalizamos en el horno de brasas para conseguir un toque ahumado que nos evoca ese concepto de hogar”, nos cuenta el chef Miguel García. Un completo menú que no podía finalizar sin uno de los platos más icónicos de la carta: la tarta de queso artesana más descarada.



“En mi casa, todos los domingos se comía cocido”, añade el chef. Quien ahora ha rescatado la receta de su abuela, la misma que él veía preparar todos los fines de semana, para poder disfrutarla en Descaro (Plaza de España, 6. Planta 2). Servido en tres vuelcos: con su sopa acompañada por sus garbanzos junto a cuidada selección de verduras y carnes.

¡Ah!, y no dejes de probar los torreznos confitados y la tarta de queso. ¡Te sorprenderán!



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