Hoy os quiero hablar de uno de los últimos restaurantes que he probado. Se trata de Nakama Sushi Bar (Calle Sagasta 23), del que tenéis que tomar buena nota e incluir en vuestras agendas para no dejar de conocerlo.
Su singular propuesta fusiona la cocina japonesa con toques mediterráneos y caribeños, que marida con una apuesta coctelera original y deliciosa. La carta está diseñada “desde un profundo respeto por las materias primas, buscando siempre la máxima calidad y la excelencia”, según explican los propietarios Roberto Martínez y Fernando Pages, con 15 años de experiencia en el negocio del sushi. “El japo fusión inspira la carta de Nakama, donde el sushi tradicional juega a combinarse con lo mediterráneo y El Caribe, dando lugar a ceviches de pez espada con salsa de guayaba y aguacate, tempura de boquerones en miso blanco o, ya fuera de carta y sujeto a disponibilidad, gyozas de rabo de toro”, explica Roberto Martínez.
En cuanto a su carta de cócteles, 18 en total. “Se trata de creaciones signature que solo se encontrarán aquí y que están especialmente diseñados para despertar los sentidos y para disfrutar antes o después de sentarse a la mesa”, comenta el copropietario. La propuesta coctelera, creada por Sergio Bermejo, ganador del campeonato nacional Negroni Essence 2016 y del primer premio del concurso Ideal Cocktail Bar 2018, juega con una serie de combinaciones tradicionales, mezclando sakes, whiskies y ginebras japonesas, así como rones de Venezuela y Jamaica.
Nosotros comenzamos probando el Tokyo Mule, su particular interpretación del famoso Moscú Mule, con un toque de vodka wasabi. ¡Realmente delicioso!
Fuimos abriendo boca con, con una alita de pollo glaseada con berenjena en tempura.
Continuamos con unos deliciosos nakitos, unas bolitas de arroz con salmón y anguila crujiente. Realmente deliciosos. A los que siguió un ceviche de pez espada con cítricos y guayaba.
La tempura de langostinos tigre me encantó, y los nigiris de salmón glaseado con mayonesa spicy estaban muy buenos.
A estas delicias les siguieron los gunkan de toro, con atún toro, cebollito y salsa de shiso; los bugatti roll; y los yohan roll, unos rollos de langostino con surimi y aguacate, terminados con un topping especial y atún flambeado; y el nigiri de viera a al plancha. ¡Para chuparse los dedos!
Como antesala al postre probamos un delicioso salmón asado con mantequilla blanca y pozu, y un solomillo con espinacas a la crema de wasabi. Muy ricos.
No podían faltar los postres: probamos un cremoso de cítricos con helado de jengibre y arroz con leche y helado de wasabi. Dos combinaciones deliciossa de sabores y texturas que sin duda nos sorprendió. Para repetir.
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