La importancia de la limpieza facial es clave en la rutina de belleza, de hecho es el paso más importante. Lo imprescindible es limpiar la piel dos veces al día. Por la noche se elimina la suciedad que se acumula en la piel a lo largo del día (y el maquillaje en caso de tenerlo) y, por la mañana, se elimina la grasa y las células que se expulsan que se generan mientras dormimos.
Por eso, cada vez que caen en mis manos este tipo de productos no puedo resistirme a probarlos. En este caso os traigo dos joyas de Alma Secret, una firma de farmacia española que me encanta: el Gel Limpiador Facial Equilibrante y el Tónico Facial Equilibrante y Antiedad para pieles normales, mixtas o grasas.
El Gel Limpiador Facial Equilibrante se trata de un gel limpiador al agua que limpia los poros y la piel en profundidad eliminando el exceso de grasa, los restos de suciedad o maquillaje y manteniendo a raya el acné, los puntos negros y las impurezas.
Su fórmula contiene tensioactivos de origen natural, que limpian la piel sin deshidratarla, mientras su complejo de alfahidroxiácidos naturales procedentes de frutas actúan estimulando la producción de colágeno, al tiempo que eliminan células muertas, aclaran las manchas y aportan vitalidad. También contiene extractos botánicos de pepino y alga laminaria infusionados en agua termal, que aportan propiedades antioxidantes, antibacterianas, astringentes y calmantes además de MSM, activos que ayudan a la renovación celular para una piel más joven, suave, purificada y revitalizada.
Además, está enriquecido con aceite esencial de enebro, que actúa regulando la grasa, equilibrando y desinflamando la piel, sin dejar la piel tirante. Es importante destacar que no contiene sulfatos ni alcohol, su pH es neutro, no es comedogénico y su delicioso aroma natural es una mezcla herbal y frutal con pepino, enebro, lavanda y naranja dulce.
Tras secar la piel con una toalla, aplico el tónico para equilibrarle pH cutáneo. Es muy importante elegir el tónico acorde a cada tipo de piel: sensible, seca, mixta o grasa. Teniendo especial cuidado si se trata de una piel es seca o sensible, que el tónico sea libre de alcohol, suave y nutritivo; mientras que,si tu piel es mixta o grasa, debes buscar uno que regule el exceso de grasa de tu piel y sea matificante. Rocio L. Cuesta, doctora en Farmacia y CEO de Alma Secret, recomienda para las pieles sensibles y/o secas el uso de tónicos formulados con caléndula por sus propiedades antiinflamatorias, cicatrizantes y antisépticas, y con granada, rica en antioxidantes y con gran capacidad para regenerar y reafirmar los tejidos para una piel más firme y rejuvenecida.
Sin embargo, para pieles mixtas y/o grasas, Rocio L. Cuesta, recomienda que el tónico facial esté formulado con pepino, que tiene propiedades astringentes, antioxidantes, aclarantes y reafirmantes, y con hamamelis, por su acción astringente, antiséptica y antiinflamatoria, además de ayudar a combatir el acné y regular la secreción sebácea.
En mi caso, utilizo el Tónico Facial Equilibrante y Antiedad. Está formulado con extracto de pepino, alga laminaria, extractos botánicos infusionados en agua termal, e hidrolato de hamamelis, que se encargan de cerrar los poros, equilibrar la grasa, calmar la piel y mantenerla libre de toxinas.
Está enriquecido con una combinación de aceites esenciales de ylang, lavanda y árbol de té, ideales para desinflamar, revitalizar y proteger la piel; además de polvo de arrurruz caribeño, que absorberá los brillos faciales para una piel con un tacto más suave y sedoso. También contiene alantoína, un activo natural extraído de la raíz de consuelda que tiene la capacidad de reemplazar las células muertas por otras nuevas, potenciando así una piel más sana y revitalizada. No es comedogénico y no contiene alcohol.
En Alma Secret recomiendan agitarlo antes de usarlo, para que se mezclen bien los activos y elegir una de estas 3 formas de uso:
1. Impregnando un algodón y aplicarlo por todo el rostro.
2. Poniendo una pequeña cantidad sobre las manos y dando pequeños toquecitos.
3. Pulverizar el rostro con los ojos cerrados y, seguidamente, apoyar las manos sobre la piel dando toquecitos suaves para ayudar a que el producto penetre. A mi está opción después de la ducha me encanta.
Sin duda me parecen dos gestos fáciles y muy rápidos con productos que realmente merecen la pena. Eso sí, en el caso de ir maquillada realizo la famosísima doble limpieza, y siempre aplico antes del gel limpiador un agua micelar o un bálsamo desmaquillante para complementar aún más la limpieza y asegurarme de que no queda ningún resto en la piel.
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