Conociendo la cocina fusión japo-latina de Chow Chow

La cocina fusión está de moda y hoy os traigo mi último descubrimiento:  el restaurante Chow Chow, perteneciente al grupo RanTanPlan  situado en Concha Espina 55. Chow Chow es el tercer proyecto del Grupo Rantanplan, creadores de Teckel (del que os hablé aquí), Pointer, y Pomerania. 
 restaurante Chow Chow fashion and beauty now
Su carta ofrece una original propuesta gastronómica internacional, viajera y exótica de fusión japo-latina de alta calidad. Se trata de la tendencia Asian Latin Food, que fusiona una cocina tradicional como la japonesa con sabores más alegres procedentes de la gastronomía peruana, mexicana, venezolana y brasileña, en este caso firmada por el chef Álex Moranda, procedente  de restaurantes como Nobu en Londres, Kabuki o 99 Sushi Bar.
El espacio, que no deja indiferente a nadie, está inspirado en la ciudad de Kyoto en la actualidad y decorado por Estudio María Villalón Design. La naturaleza y la luz cobran un gran protagonismo. En la entrada, la inspiración de un invernadero japonés da paso a un espacio  en el que los materiales  naturales como la madera, la piel o la piedra crean un ambiente único en el que reina una belleza imperfecta  (wabi-sabi) basada en principios como el kanketsu (simplicidad), iki (sobriedad elegante) y ma (dar peso a los elementos necesarios).
Entrando en materia, la comida me fascinó. Tras un delicioso aperitivo, y con unos edamames como acompañamiento, pudimos degustar varios de sus platos con más éxito como las Gyozas fritas  de manitas de cerdo y carne criolla. Muy buenas.
Continuamos con Rocks in tempura con salsa picante de chili y ajo compuesto  por unos langostinos tempurizados con una salsa ligeramente picante. Un plato espectacular. Cuando vuelva los  volveré a pedir seguro. 
Los Chow Chow roll me chiflaron: se trata de  unos makis de atún picante, pepino, salsa chipotle y masago arare   ¡con sorpresa cuando los pruebas! Además de su exquisito sabor, un efecto sorpresa excelente de peta zetas estalla en la boca. Me encantaron.
El nigiri de salmón con ralladura de lima y azúcar moreno y el gunkan de huevo trufado y polvo de jamón también nos gustaron mucho. 
Para terminar, probamos las mini hamburguesas japo-latinas con chips de camote. Están compuestas por pan japonés dulce, y dentro aguacate, queso chedar y por supuesto carne de ternera. ¡Deliciosas!
Y, de postre, coulant de chocolate con heleado té verde. Simplemente perfecto.

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Design: Serein Atelier