¿Por qué no quererse más a uno mismo?

San Valentín está aquí. La fecha más romántica del año inunda nuestras vidas alrededor de una semana… Momentos en los que los enamorados se profesan amor eterno, y se intercambian un sinfín de presentes envueltos en pétalos y corazones. Ramos de flores y cajas de bombones se cruzan por las calles en manos de enamorados que corren para reunirse con sus medias naranjas y ofrecerles sus presentes… Pero, ¿y si lo planteáramos de otra forma? ¿Por qué no querernos a nosotros mismos, celebrarlo y demostrárnoslo?

Yo este año he decidido hacerlo así, porque no necesito una fecha determinada para demostrar ni amor ni amistad a nadie. Comprase flores, darse un baño de burbujas, hacerse la manicura o estrenar un bonito rouge… 
Para llevarlo a cabo he elegido varias opciones de Rituals para darme un baño, como el Shower Foam Flower (que dispensa la espuma de baño con forma de flor ¡simplemente espectacular!) y la bomba de baño Fizzing bath bomb, de la colección The Ritual of Holi. Su aroma es absolutamente delicioso.
Si te gustan los cócteles de fruta, no podrá resistirse a esta combinación de zumos de naranja fresca, fresa y melocotón de esta preciosa cajita Happy Hour de Lush. Con la bomba de baño Peachy,  la barrita de masaje The big banana, el gel de ducha American cream y el exfoliante de labios Eve’s Cherry. ¡Irresistebles!
Para los labios he elegido dos bálsamos labiales de Alma Secret: original, con un delicioso toque de dulce miel; y fresa, con un aroma infalible de fresa. Ambos con una textura suave y muy agradable que repara, y alivia los labios secos y agrietados. Una maravilla.
El toque de color lo pongo con un trío infalible: la máscara de pestañas Monsieur Big de Lancôme, que se viste de corazones rosas en esta preciosa edición limitada. ¡Además es buenísima!
La barra de labios Kiss Kiss de Guerlain, en el tono 325. ¡Tenéis que probarla! Su aroma de vainilla-violeta es maravilloso. Su fórmula cuenta con manteca de mango, que aporta hidratación, bienestar y una apariencia aterciopelada; ácido hialurónico, para conseguir densificar y añadir jugosidad; y 
aceite de Commiphora, que alisar la superficie de los labios. 
Y el punto final lo pongo con una manicura impecable de Mavala con el precioso tono Rococo red. No pueden faltar su base protectora y su top coat mavadry (de lo mejor que he probado). ¿Qué os parece le plan?

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